Muchas horas de escudriñar las costas de los hermosos mares de Venezuela le llena a cualquiera su mente de coloridas imágenes rebosantes de color y de vida.
Cuando se anda a la caza de imágenes de aglomeraciones los fondos marinos son el sitio ideal. Masas casi solidas de carne, de aletas, de escamas, de ojos de miles de colores y formas. Manchas que no dejan pasar la luz y que se mueven tal si fueran una sola unidad, un solo ser.
En esta serie se recurre a diferentes técnicas para transmitir esa idea, esta extraña sensación. Se utilizan diferentes texturas, pastas coloreadas y también se mecanizan los personajes que si estos existieran, explicarían lo matemático de sus sincronizados movimientos.